y los envió por delante...
a todas las ciudades y sitios a donde ÉL había de ir...'
(Lc 10,1)

Se encarnó

Alejandra María Sosa Elízaga*

Año de la fe
Conoce, celebra, fortalece, comunica tu fe
Serie sobre el Credo:
Ficha 27

Se hizo carne.

Así decimos en el rezo del Ángelus refiriéndonos al Verbo, citando una frase del prólogo del Evangelio según san Juan (ver Jn 1,14).

En el Credo afirmamos que Jesucristo “se encarnó”.

En el Catecismo de la Iglesia Católica dice que “la fe en la verdadera encarnación del Hijo de Dios es el signo distintivo de la fe cristiana: ‘Podréis conocer en esto el Espíritu de Dios: todo espíritu que confiesa a Jesucristo, venido en carne, es de Dios’ (1 Jn 4, 2)...” (CIC 463).

¿Qué significa hacerse carne, encarnarse?

“La Iglesia llama "Encarnación" al hecho de que el Hijo de Dios haya asumido una naturaleza humana para llevar a cabo por ella nuestra salvación” (CIC 461).

Y, surge una nueva pregunta, ¿por qué tuvo que encarnarse Cristo?, ¿no podía haber hallado otra manera de salvarnos?

La respuesta es no.

Porque si fue un hombre, Adán, el que rompió la comunión con Dios, tenía que ser un Hombre, Cristo, el que la restaurara. (ver Rom 5, 12-19).

Si fue la naturaleza humana la que cayó, tenía que ser la naturaleza humana la que fuera levantada.

Y nada que el hombre hubiera podido hacer, hubiera podido conseguirlo.

El ser humano por sí mismo jamás hubiera podido alcanzar su redención.

En el Antiguo Testamento vemos que se ofrecían continuamente sacrificios y holocaustos para la expiación de los pecados, pero no bastaba.

Era necesario algo más.

Y ese algo más era la Encarnación.

Para redimirnos a nosotros, que somos de carne, Jesús tenía que hacerse también de carne.

La Carta a los Hebreos lo expresa bellamente cuando aplica a Cristo lo que dijo el salmista (ver Sal 40, 7-9):

“Sacrificio y oblación no quisiste; pero me has formado un cuerpo. Holocaustos y sacrificios por el pecado no te agradaron. Entonces dije: ¡He aquí que vengo -pues de Mí está escrito en el Libro- a hacer, oh Dios, Tu voluntad!” (Heb 10, 5.-7).

¿Por qué aceptó Jesús encarnarse?

La Iglesia ofrece cuatro razones:

1.- Para salvarnos, reconciliándonos con Dios (CIC 457).
Jesús vino a restaurar nuestra amistad con Dios, a devolvernos la dignidad que nos arrebató el pecado; vino a abrir de para en par la casa paterna para que podamos volver a ella, reconciliarnos con el Padre y experimentar Su abrazo.

2.- Para que nosotros conociéramos así el amor de Dios (CIC 458).
Jesús vino a darnos a conocer el amor de Dios, pero no sólo de palabra, sino de obra.

El saber que sin tener ninguna necesidad de hacerlo, Él quiso voluntariamente renunciar a los extraordinarios privilegios de Su condición divina para venir a compartir nuestra carne sufriente, doliente, nos habla más elocuentemente que nada sobre el infinito amor que motivó al Padre a enviarnos a Su Hijo (ver Jn 3,16).

3.- Para ser nuestro modelo de santidad (CIC 459).
Jesús vino a enseñarnos, sobre todo con Su ejemplo, a amar, a perdonar, a servir, a encontrar más alegría en dar que en recibir.

Nos dejó como mandamiento amar como Él nos ama (ver Jn 15, 12).

Dice san Pablo: “Tened los mismos sentimientos de Cristo” (Flp 2,5).

Seguir a Cristo, imitarle, preguntarnos a cada instante: ‘ante esta circunstancia que vivo, ante este asunto que se me presenta, ante este problema que debo resolver, ¿qué habría hecho Jesús?’, y actuar en consecuencia, es, para nosotros camino seguro de santidad.

4.- Para hacernos participar de la naturaleza divina (CIC 460).
Jesús se hizo Hijo de hombre, para que nosotros pudiéramos ser hijos de Dios.

¡Nos elevó por encima de nuestra condición humana y nos permitió entrar en Su familia!

Hizo un intercambio ¡muy desigual! movido tan sólo por Su infinita misericordia y caridad: Quiso padecer en nuestra carne para que nosotros pudiéramos gozar de Su divinidad.

(Continuará...’El Credo desglosado en el Año de la fe’)

La próxima semana: ‘de María, la Virgen’

¡No te lo pierdas!

Reflexiona y comparte:

¿Qué implica para tu vida la Encarnación de Cristo?

 

Pregunta del Catecismo:

¿Por qué se encarnó Jesús?

Respuesta del Catecismo:

  1. Para salvarnos, reconciliándonos con Dios.
  2. Para que conozcamos el amor de Dios.
  3. Para ser nuestro modelo de santidad.
  4. Para hacernos partícipes de la naturaleza divina.

(Catecismo de la Iglesia Católica, # 458-460).

Lo dijo el Papa:

“Dios...haciéndose carne, quiso hacerse don para los hombres, se dio a Sí mismo por nosotros; Dios hizo de Su Hijo único un don para nosotros, asumió nuestra humanidad para donarnos Su divinidad.

Este es el gran don.

También en nuestro donar no es importante que un regalo sea más o menos costoso; quien no logra donar un poco de sí mismo, dona siempre demasiado poco.

Es más, a veces se busca precisamente sustituir el corazón y el compromiso de donación de sí mismo con el dinero, con cosas materiales.

El misterio de la Encarnación indica que Dios no ha hecho así: no ha donado algo, sino que se ha donado a Sí mismo en Su Hijo unigénito.

Encontramos aquí el modelo de nuestro donar, para que nuestras relaciones, especialmente aquellas más importantes, estén guiadas por la gratuidad del amor.”

(Benedicto XVI, Audiencia General, 9 enero 2013).

*Publicado el domingo 19 de mayo de 2013 en 'Desde la Fe', Semanario de la Arquidiócesis de México, año XVII, n.846, p.4. 
También en la pag web de 'Desde la Fe' (www.desdelafe.mx) y en la del Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México (www.siame.com.mx
Conoce los libros y cursos de Biblia gratuitos de esta autora, y su ingenioso juego de mesa 'Cambalacho' aquí en www.ediciones72.com