y los envió por delante...
a todas las ciudades y sitios a donde ÉL había de ir...'
(Lc 10,1)

¿Puede aumentar la fe?

Alejandra María Sosa Elízaga*

Año de la fe
Conoce, celebra, fortalece, comunica tu fe
Serie sobre el Credo:
Ficha 2

Si tener fe consistiera solamente en admitir que Dios existe, la fe no aumentaría, la gente simplemente tendría o no tendría fe, creería o no creería.

Pero en el Evangelio vemos que un hombre y también los discípulos piden a Jesús que les aumente la fe (ver Mc 9, 24; Lc 17, 5;), y que Él mismo reprocha a Sus discípulos y a Simón Pedro su ‘poca fe’ (ver Mt 6,26; 14,31), como dando por hecho que esa fe podría y debería ser más grande.

Cabe por lo tanto pensar que la fe sí se puede aumentar.

Y es que tener fe es mucho más que sólo admitir que Dios existe, sino, como veíamos la semana pasada, encontrarse personalmente con Dios y responder a Su amor con un ‘si’ que implica asentir con la inteligencia, confiar con el corazón y obedecer la voluntad de Dios.

En ese sentido, es posible aumentar la fe en esos tres aspectos. Veamos:

Como la fe involucra asentir con la inteligencia, se la puede aumentar al leer, conocer, reflexionar, profundizar en los principios, las doctrinas que sustenta nuestra fe.

Como creyentes, no podemos conformarnos con tener la escasa instrucción religiosa recibida para hacer la Primera Comunión.

Estamos llamados a poner nuestra inteligencia, nuestra capacidad intelectual al servicio de nuestra fe para hacerla crecer.

Conocerla mejor para vivirla más plenamente, defenderla y compartirla con otros.

Y desde luego no conformarnos con conocer la fe católica sólo a través de las críticas que le hacen quienes están fuera de ella, sino leer autores católicos serios que traten temas de apologética (la defensa de la fe), leer los documentos del Vaticano, familiarizarse con el Catecismo de la Iglesia Católica, leerlo, consultarlo, aprovechar toda su riqueza.

Es parte de lo que propone el Papa en este ‘Año de la Fe’.

Como la fe implica confiar con el corazón, aumentarla requiere entablar con Dios una relación personal, íntima, de amistad, de cercanía, a través del diálogo con Él, la meditación de Su Palabra, la Confesión, la participación en la Eucaristía.

Sólo así iremos percibiendo cada vez más Su amorosa presencia que nunca nos abandona (ver: Ef 3,17-19).

Sólo así podremos tener una fe que destierre todo temor (ver Mc 5,36).

También el Papa propone que en este Año de la Fe, afiancemos nuestra confianza en Dios acercándonos más a Él mediante la oración y los Sacramentos.

Y como la fe implica obediencia a la voluntad de Dios, para aumentarla hay que adherirse cada vez más a Él, fiarse de Su Palabra.

Esta fe crece con la práctica, en la medida en que se vive lo que Dios manda y se experimenta que esto es en realidad lo mejor, que Sus caminos sí son los mejores caminos, que Su proyecto de vida es el único que nos conduce verdaderamente a la salvación, que no tenemos mejor alternativa que cumplir Su sabia y amorosa voluntad.

Es el principal fruto que el Papa espera de nosotros en este Año de la Fe, que nuestra fe no sólo crezca sino se traduzca en acciones; que vivamos nuestra vida cotidiana de la mano de Dios, procurando amoldarnos a lo que nos vaya pidiendo para responder cada vez más a Su amor con nuestro amor.   Continuará...

No te pierdas el tema del próximo número: ¿Qué espera de ti el Papa en este Año de la Fe?

Reflexiona y comparte:

Con base en los tres aspectos mencionados en el texto, ¿qué harás para aumentar tu fe?

 

Pregunta del Catecismo:

Para vivir, crecer y perseverar hasta el fin en la fe (ver 1Tim 1, 18-19), ¿con qué debemos alimentar la fe?

Respuesta del Catecismo:

Respuesta: Con la meditación en la Palabra de Dios, la oración y los Sacramentos. "Para vivir, crecer y perseverar hasta el fin en la fe debemos alimentarla con la Palabra de Dios; debemos pedir al Señor que nos la aumente..." (CIC #162).

Lo dijo el Papa:

"Debemos descubrir de nuevo el gusto de alimentarnos con la Palabra de Dios, transmitida fielmente por la Iglesia, y el Pan de la vida, ofrecido como sustento a todos los que son sus discípulos (cf. Jn 6, 51)..." Benedicto XVI (Carta Apostólica 'Porta Fidei, #3)

*Publicado el domingo 14 de octubre de 2012 en 'Desde la Fe', Semanario de la Arquidiócesis de México, año XVI, n.816, p. 4. 
También en la pag web de 'Desde la Fe' (www.desdelafe.mx) y en la del Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México (www.siame.com.mx).