y los envió por delante...
a todas las ciudades y sitios a donde ÉL había de ir...'
(Lc 10,1)

9 propuestas para vivir en casa el Triduo Pascual

Alejandra María Sosa Elízaga*

Pasar Semana Santa encerrados en casa, probablemente no entraba en los planes de nadie. Los católicos que saben y valoran lo que en estos días de conmemora, querían acudir a la iglesia a participar devotamente de todos los oficios; los que no tenían ni idea, querían pasarla en una playa o en algún otro lugar, de vacaciones. Pero ahora unos y otros van a tener que quedarse donde están, así que no queda más opción que tratar de sacar el mayor provecho posible a estos días santos.

Todos los ‘Oficios de Semana Santa’ (como se les suele decir a las celebraciones de esos días), serán transmitidos electrónicamente y desde luego hay que verlos, procurando participar en ellos en vivo. Pero aparte de eso, conviene dedicar diario un momento a orar y reflexionar, y aquí es donde entran las siguientes propuestas para cada uno de los días de este Triduo Pascual:

Jueves Santo

En la mañana:

1. Los Jueves Santos en la mañana suele celebrarse en Catedral la Misa Crismal, en la que se bendicen los Santos Óleos que se llevan a todas las parroquias para ser empleados en los Sacramentos del Bautismo, Confirmación, Unción de Enfermos y Ordenación. Acuden todos los sacerdotes y renuevan su compromiso sacerdotal. Este año, debido a la pandemia de coronavirus, puedes hacer dos cosas. La primera: ver en televisión o internet la que presida el Papa o el obispo. La segunda, dedicar un tiempo para orar por todos los sacerdotes. Por culpa de unos cuantos que han fallado gravemente a sus votos sacerdotales, miles de sacerdotes buenos, entregados a su ministerio, verdaderos pastores de su grey son injustamente juzgados y no se valora su heroica entrega y abnegación. Al momento de escribir esto ya han fallecido sólo en Italia, alrededor de cien sacerdotes, contagiados porque estuvieron confesando a pacientes, llevándoles la Comunión, la Unción de enfermos. Ora por su eterno descanso y pide por los sacerdotes que conoces y los que no. Que Dios les conceda mantenerse fieles a su vocación, y que María, Madre de la Iglesia, y san José, Patrono de la Iglesia, intercedan por ellos.

En la tarde:

2. Este día se conmemora el momento en que Jesús instituyó la Eucaristía, es decir, cuando por primera vez, durante la Última Cena, transformó el pan y el vino en Su Cuerpo y Su Sangre, lo cual significa que desde entonces, cada vez que se consagra el pan y el vino, conservan el mismo aspecto, pero ya no son pan ni vino, sino el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de Jesucristo, es decir, que no se trata de una representación o un símbolo, sino que el Señor está realmente presente en la Eucaristía.

 

Hoy en día muchos católicos no creen en esto, piensan que la Hostia es simplemente un pan, comulgan sin comprender lo que reciben, mejor dicho, a Quién reciben. Por eso es importante recordar por qué creemos esto, y para ello conviene tomar un momento este día para leer el capítulo 6 del Evangelio según san Juan. Fíjate cómo Jesús usa un lenguaje muy claro, y cuando los que lo escuchan lo toman al pie de la letra y se alejan de Él, no les dice que lo malinterpretaron, sino insiste todavía más en lo que está diciendo.

Lee también el relato de la Última Cena que narra el Evangelio (por ejemplo en Mt 26, 26-28; Mc 14, 22-24; Lc 22, 19-29; 1Cor 11, 23-27).

Y si quieres profundizar en este tema, lee lo que dice el Catecismo de la Iglesia Católica (ver C.E.C. # 1322-1419).

En la noche:

3. Después de la Misa de la Institución de la Eucaristía, se retira del Sagrario el Copón que contiene las Hostias Consagradas, y se traslada hacia lo que se conoce como ‘monumento’, que es un altar decorado con velas, flores y elementos que aluden al pan y al vino (espigas, uvas). Se desnuda el altar y se queda abierto el Sagrario. Esto representa ese momento tras la Última Cena en la que el Señor fue aprehendido en el Huerto y llevado ante diversas autoridades.

En México acostumbramos realizar la ‘visita de las siete casas’, que consiste en ir a siete conventos o iglesias que tienen monumentos, y orar un momento para acompañar a Jesús. Pero como en esta ocasión no será posible realizar todo esto, puedes hacerlo de manera ‘virtual’. Se transmitirá en vivo para que los fieles puedan unirse a la adoración al Santísimo. Participa. Apaga las luces de la casa, deja encendida sólo la pantalla donde se ve el Santísimo, y haz oración como la hubieras hecho en cada una de los siete conventos o casas que hubieras visitado.

Imagina que te trasladas en el tiempo al lugar donde tuvieron a Jesús detenido aquella noche de jueves. ¿Qué le dirías? No sería momento de pedirle favores. Toma en cuenta la situación en la que estaba. Dicen los Evangelios que en el Huerto Jesús sintió pavor y angustia; a tres de Sus discípulos les dijo que se sentía triste a morir. Luego clamó a Su Padre, sudó sangre, fue abandonado por Sus apóstoles, y aprehendido como si fuera un malhechor y llevado atado, entre empujones, golpes y maltrato. ¿Qué harías si pudieras simplemente sentarte a acompañarlo? Quizá consolarlo recordándole cuánto valió la pena Su sacrificio; también hacer oración en reparación: pedirle perdón por los pecados del mundo entero. En fin, dile lo que sientas en el momento, lo importante es que tomes un tiempo para estar con Él.

Viernes Santo

En la mañana:

4. Puedes seguir el viacrucis que será transmitido.

O puedes rezarlo por tu cuenta, usando el que viene en el misal mensual, o en un libro. También puedes leer el que escribí, que está enfocado en el tema del perdón. Se llama ‘Viacrucis del Perdón’, está disponible como libro electrónico. Lo encuentras aquí: https://amzn.to/3GKCQS

Puedes hacer papelitos numerados del 1 al 14, uno por cada estación del viacrucis, y colocarlos por toda tu casa, o si tienes espacio afuera, en un patio o jardín, mejor. Y puedes ir recorriéndolos rezando lo que corresponda, en cada estación.

Cuando termines, siéntate ante un crucifijo, contémplalo meditando esta sola frase:  “Me amó, y se entregó a Sí mismo por mí” (Gal 2, 20). Exprésale tu gratitud.

5. Al mediodía, puedes seguir la transmisión de las Siete Palabras.

También te recomiendo mucho leer lo que escribió al respecto el padre José Luis Martín Descalzo, q.e.p.d, en su extraordinario libro: ‘Vida y Misterio de Jesús de Nazaret’, un voluminoso libro que se ofrece gratuitamente en la web católica ‘mercaba’. Tiene un capítulo dedicado a las ‘siete palabras:

mercaba.org/Libros/JL%20M%20DESCALZO/INDICE.htm

Si hablas inglés, te recomiendo el sermón que pronunció el Obispo Robert Barron, titulado: Tre ore (tres horas), una meditación sobre las tres horas que pasó Jesús en la cruz. Lo encuentras gratis aquí: special.wordonfire.org/tre-ore-download

En la noche:

6. Luego de seguir la Liturgia de la Pasión del Señor, que será transmitida en la tarde, toma un tiempo para acompañar a la Madre Dolorosa. Es costumbre realizar esta noche una procesión en silencio, donde todos van con velas acompañando el llamado ‘santo entierro’, una imagen de Jesús en el sepulcro, y una imagen de la Virgen de los Dolores. Como en esta ocasión ello no será posible, acompáñala rezando el Santo Rosario.

Pide por todos los afectados por la pandemia y para que ésta termine. Aquí tienes una guía para rezar el Rosario paso a paso, con un anexo con las intenciones por las que se propone rezarlo:  bit.ly/2R8FK0x

Sábado Santo

Durante el día la iglesia contempla a Jesús en el sepulcro. Lo que significa que haya entrado a nuestra realidad más oscura e irremediable, no sólo para compartirla sino para abrirle una salida.

Al anochecer

7. En cuanto oscurezca, haz lo siguiente:

Pon un cirio en una mesa, toma un encendedor en tu mano, y apaga la luz. Quédate un momento sumido en la oscuridad y siéntela, mira cómo te impide ver a tu alrededor. Si estás con tu familia, fíjate cómo no puedes ni siquiera verlos, saber cómo están. Reflexiona que así es la realidad del pecado. Nos sume en la oscuridad y nos impide ver por dónde debemos ir y nos impide ver a los demás.

Luego usa el encendedor y prende el cirio. Fíjate cómo esa sola llamita es capaz de romper la oscuridad. Así es la luz de Cristo en nuestra vida. Nos rescata de la tiniebla del mal, del pecado, de la muerte. Lee Jn 1, 5.9; 8, 12.

No te pierdas la transmisión de la Vigilia Pascual, la más importante celebración de todo el año, la gran Solemnidad con que celebramos la Resurrección.

Domingo de Pascua

La Pascua es la celebración más grande del cristianismo, la que le da sentido a nuestra fe. Si Cristo no hubiera resucitado, no tendría sentido creer en Él. ¡Vale la pena festejar del mejor modo posible!

Así como nos esforzamos por decorar la casa para Navidad y comer algo especial, así también en Pascua. No tiene que ser caro, y menos ahora en que la situación está tan difícil, sólo se trata de hacer algo distinto para celebrar. Por ejemplo:

Durante la mañana

8. Elabora unas flores blancas de papel para decorar la mesa. Puedes poner tu cirio en algún lugar destacado. Una actividad muy divertida es reunirse en familia a decorar cascarones de huevo vacíos. Pueden dibujarles algo, pegarles algo, ¡su ingenio es el límite! Luego que cada persona elija una frase bíblica que le guste, la anote en un papelito y la meta en el huevito que decoró. Al reunirse a comer se pueden poner los huevitos decorados como adorno, al centro de la mesa, y al final de la comida, los pueden rifar para que a cada persona le toque uno, y cada lea y comparta la frase bíblica que venía en el huevito que le tocó.

Si no hay nadie más contigo, puedes compartir por celular, con otros familiares o amigos, la foto de tu huevito y la frase bíblica que te gustó, y explicar por qué la elegiste.

Durante el Tiempo de Pascua

9. La Pascua es la celebración más importante del año. Si Jesús no hubiera resucitado, nuestra fe en Él no tendría sentido. Pero ¡resucitó! Y gracias a ello la muerte ya no es final sino umbral, y en este mundo nos sostiene la esperanza de la vida eterna.

El Domingo de Pascua se celebra durante ocho días (la Octava de Pascua), dentro del Tiempo de Pascua que dura cincuenta días.

Aprovecha para leer en esos días para hacer tres cosas:

En primer lugar: leer en la Biblia los relatos de la Resurrección, que vienen en los últimos capítulos de los cuatro Evangelios.

En segundo lugar: lee lo que enseña el Catecismo de la Iglesia Católica acerca de la Resurrección de Jesús, en C.E.C. # 638-658.

Y en tercer lugar, conoce los fascinantes descubrimientos acerca de la Sábana Santa, el lienzo donde estuvo envuelto el cuerpo de Jesús cuando fue sepultado, y que da un impactante testimonio de la Resurrección.  Visita:  sabanasanta.org

Pide a Jesús Resucitado, que Él que fue capaz de derrotar el pecado y la muerte, nos libre de esta pandemia y nos ayude a salir de ella con la certeza de que solos nada logramos, pero contamos con Él que está Vivo y Presente a nuestro lado.

Publicado el miércoles 8 de abril de 2020 en la pag web y de facebook de Ediciones 72