y los envió por delante...
a todas las ciudades y sitios a donde ÉL había de ir...'
(Lc 10,1)

A san José

Querido San José, obrero,
santo patrono de los trabajadores:

Tú que conoces el valor del trabajo,
que con tu esfuerzo conseguías
el sustento cotidiano para Jesús y María
ruega por nosotros.

Que a nadie le falte la bendición
de un trabajo digno donde ejercer
los dones y talentos que Dios le dio
para gloria Suya, bien de muchos
y su propia santificación.

Que quien trabaja no se proponga 
como solo objetivo su propio beneficio
y mucho menos perjudicar
a quienes considera enemigos.

Que el trabajo nunca sea 
ni explotador ni esclavizante, 
ni se busque obtener ilícitas ganancias
a costa del sufrimiento de la gente.

Que nadie se conforme
con realizar su trabajo de manera mediocre, 
sino con la conciencia de trabajar para el Señor
y así esforzarse en dar lo mejor.

Que quien trabaja logre captar
que ha de laborar para su santificación,
y que aun el tedio de la rutina y el cansancio, 
ofrecidos al Señor y vividos con amor,
son medios para alcanzar la salvación.

San José obrero, ruega a Dios, con María, 
por todos los trabajadores,
para que como tú, realicen día a día su labor
con rectitud, pasión, perseverancia y alegría, 
y en todo busquen cumplir la voluntad del Señor. Amén.