y los envió por delante...
a todas las ciudades y sitios a donde ÉL había de ir...'
(Lc 10,1)

¿Conoces a san Buenaventura?

Alejandra María Sosa Elízaga*

¿Conoces a san Buenaventura?

Este 15 de julio la Iglesia celebra a san Buenaventura, extraordinario santo que lamentablemente no es muy conocido. ¿Qué sabes de él?  Averígualo:

1. Nació en 1221 en:

a) Bañoreal, Italia,
b) Asís, Italia
c) Barcelona, España

2. Su verdadero nombre era:

a) Francesco
b) Giovanni
c) Venturino

3. Ingresó a la orden de los:

a) Dominicos
b) Franciscanos
c) Jesuitas

4. ¿En dónde estudió?

a) En el convento
b) En la Universidad de París.
c) Nunca estudió.

5. Recibió su doctorado el mismo día que este otro gran santo:

a) Santo Tomás de Aquino
b) San Antonio de Padua
c) San Giuseppe Moscatti

6. Escribió:

a) Itinerario del alma hacia Dios.
b) Sobre la vida de perfección
c) Sobre la pobreza de Cristo.

7. Durante 17 años ocupó el cargo de:

a) Portero del convento.
b) Cocinero.
c) Superior de la orden.

8. ¿Qué estaba haciendo cuando fueron a notificarle que sería Cardenal?

a) Orando en la capilla.
b) Lavando los platos.
c) Arreglando el jardín.

9. San Buenaventura murió al terminar el Concilio de Lyon en 1274. ¿Qué sucedió que nunca había sucedido ni ha vuelto a suceder?

a) El funeral simultáneo de dos santos, pues santo Tomás de Aquino murió de camino al Concilio.
b) Se celebraron en todo el mundo Misas por el eterno descanso de san Buenaventura.
c) El Papa lo canonizó el mismo día de su funeral.

10. ¿Por qué se le llama ‘Doctor Seráfico’? 

a) Porque era muy devoto de los Serafines.
b) Por su ardiente amor a Dios.
c) Porque el título se lo dio el Papa Serafín II.

RESPUESTAS:

1a. En italiano Bagnoregio, traducido también como Bagnorea. Cerca de Viterbo, en Italia.

2b. Se llamaba Giovanni Fidanza. Siendo bebé enfermó gravemente. Su madre se lo llevó a san Francisco de Asís, quien lo acercó a su corazón y oró por él. El niño abrió los ojos, sanó y sonrió al santo, que exclamó: ‘¡Buena ventura!’ Por ello cambió su nombre.

3.b. En agradecimiento a san Francisco, se hizo franciscano. 

4b. Era considerado un gran sabio de su tiempo. Todos sus estudios y trabajos los ofrecía para gloria de Dios y salvación de las almas, y por amor a María.

5a. Santo Tomás de Aquino, que lo tenía en alta estima. Viéndolo escribir la biografía de san Francisco de Asís, dijo: ‘un santo escribiendo la biografía de otro santo’.

6a,b,c. Todas son suyas. Enseñaba que la perfección cristiana consiste en hacer bien las acciones ordinarias y todo por amor de Dios. Escribió más de quinientos sermones. Era muy humilde. Un día el Papa le encargó a él y a santo Tomás de Aquino escribir sobre la Eucaristía. Cuando san Buenaventura oyó lo escrito por santo Tomás, lo consideró tan bello que desechó lo suya considerándolo poca cosa.

7c. A los 36 años fue nombrado superior. Se consideraba ‘siervo de todos’. Visitó todos los conventos, fue un gran conciliador, su bondad y amabilidad ganaban los corazones. Es considerado el ‘segundo fundador’.

8b. Pidió a los delegados pontificios que colgaran el capelo cardenalicio de un árbol y pasearan un rato por el huerto, porque él debía terminar de lavar los platos.

9b. Murió a los 53 años, asistido por el Papa Inocencio V. Todos los obispos del Concilio asistieron al funeral. Caso único en la historia, el Papa ordenó que todos los sacerdotes del mundo celebraran Misa por el eterno descanso de san Buenaventura.

10b. Fue canonizado por el Papa Sixto IV en 1482. Por la importancia de su obra, fue declarado ‘Doctor de la Iglesia’ en 1588 por el Papa Sixto V. Se le llama "Doctor seráfico", porque "Serafín" significa "el que arde en amor por Dios" y este santo en sus sermones, escritos y actitudes demostró un ardiente amor a Dios.

ORACIÓN DE SAN BUENAVENTURA

“Oh Jesús: 
Que te desee, te busque, te halle; 
que a Ti vaya y a Ti llegue; 
en Ti piense, de Ti hable, 
y todas mis acciones encamine 
a honra y gloria de Tu nombre, 
con humildad y discreción, 
con amor y deleite, 
con facilidad y afecto, 
con perseverancia hasta el fin; 
para que Tú solo seas siempre 
mi esperanza, toda mi confianza, 
mi riqueza, mi deleite, mi contento,
mi gozo, mi descanso, mi tranquilidad, 
mi paz, mi suavidad, mi perfume, 
mi dulzura, mi alimento, mi sustento, 
mi refugio, mi auxilio, mi sabiduría, 
mi herencia, mi tesoro, mi posesión, 
en el cual estén siempre fijos y firmes 
e inconmoviblemente arraigados 
mi alma y mi corazón. Amén.”

Publicado el domingo 9 de julio de 2017 en ‘Desde la Fe’, Semanario de la Arquidiócesis de México; en las pags web y de facebook de ‘Desde la Fe’, las de SIAME (Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México), y en la de Ediciones 72.