y los envió por delante...
a todas las ciudades y sitios a donde ÉL había de ir...'
(Lc 10,1)

¿En verdad resucitó?

Alejandra María Sosa Elízaga**

¿En verdad resucitó?

“Alguien me dijo que eso de que Cristo resucitó no hay que tomarlo literalmente, pues es una forma de hablar para decir que vive en los corazones de quienes lo aman. ¿Es verdad?”

Llegó por email esta pregunta que resulta oportuno responder en este Domingo de Pascua, para lo cual cabe plantear siete interrogantes:

Si la Resurrección de Cristo hubiera consistido solamente en que Sus seguidores lo sintieran vivo en su corazón:

  1. ¿Por qué quienes escribieron sobre esto no lo dijeron tal cual? Marcos, Mateo, Lucas y Juan hubieran podido terminar sus respectivos Evangelios escribiendo algo así como: ‘y desde que Jesús quedó muerto en el sepulcro, sus seguidores pueden sentirlo vivo en su corazón’. ¿Por qué no lo hicieron?, ¿por qué en lugar de eso, escribieron que Jesús se les apareció a Sus apóstoles cuando estaban encerrados (ver Jn 20, 19), que les dijo que no era un fantasma (ver Lc 24, 39), que los invitó a tocarlo (ver Jn 20,27), que les pidió de comer y que comió frente a ellos (ver Lc 24, 41-43), si sabían que sus palabras serían tomadas al pie de la letra?
     
  2. ¿Por qué los apóstoles no creyeron a quienes aseguraron haber visto al Resucitado? (ver Mc 16, 9-13; Lc 24, 9-11). Si se hubieran estado refiriendo a que lo veían en su corazón, ¿por qué dudar? Si alguien te platica que siente que un ser muy querido ya fallecido, vive en su recuerdo, en su corazón, ¿cómo saber que no es cierto?
     
  3. ¿Por qué Pedro afirmó que a Jesús se refiere el Salmo que dice que no experimentó la corrupción? (ver Hch 2, 29-36). Si lo hubiera sabido muerto y descomponiéndose en un sepulcro, ¿por qué no reconocerlo?, y, sobre todo, ¿por qué nadie lo desmintió?
     
  4. ¿Por qué san Pablo dejó que los atenienses se rieran en su cara y se marcharan cuando les habló de la Resurrección? (ver Hch 17, 32). Si hubieran estado equivocados al tomar al pie de la letra la Resurrección, ¿por qué no se los aclaró?
     
  5. ¿Por qué Pablo mencionó un limitado número de personas que vieron a Jesús Resucitado? (ver 1Cor 15,6). ¿No hubieran todos podido ‘sentirlo en el corazón’?
     
  6. ¿Por qué hay una clara diferencia entre los relatos evangélicos de antes y después de la Ascensión? Si sólo hubieran sentido a Jesús Resucitado en su interior, ¿por qué dar a entender que hubo un día en que ya no lo vieron como lo habían estado viendo? (ver Lc 24, 50-53; Hch 1,9).
     
  7. ¿Por qué los apóstoles y mártires de la primera comunidad cristiana, se dejaron matar gozosos por Jesús? Si hubieran pensado que les prometió resucitar y no cumplió, ¿hubieran entregado su vida por un mentiroso, creyendo que tampoco ellos resucitarían?

Quien piensa que la Resurrección consistió en que los apóstoles sintieron a Jesús vivo en su corazón, no puede contestar satisfactoriamente estas siete preguntas. Y es que sólo hay una respuesta: Que cientos de personas vieron físicamente a Jesús Resucitado, no sólo lo ‘sintieron en su corazón’.

La Iglesia Católica, fundada por el Señor para enseñarnos la verdad sin error, afirma acerca de la Resurrección: “Es un acontecimiento real que tuvo manifestaciones históricamente comprobadas” (CIC 639).

La Resurrección no es un símbolo, invento o sentimiento, es una realidad en la que se basa nuestra fe y nuestra esperanza. Como dice san Pablo, si Cristo no hubiera resucitado, vana sería nuestra fe y los cristianos seríamos los más infelices de los seres humanos (ver 1Cor 15,14), pero no es así, porque Cristo sí resucitó, y por eso celebramos Su Resurrección, y podemos emplear la afirmación gozosísima que usan para saludarse en Pascua nuestros hermanos católicos del rito oriental: “¡Resucitó! ¡En verdad resucitó!’

 

Para saber más acerca de la Resurrección, lee el Catecismo de la Iglesia Católica # 638-658

*Publicado en Desde la Fe, Semanario de la Arquidiócesis de México, el domingo 5 de abril de 2015, p.2